Luego de dos años de gestión en el contexto de la pandemia, la Ministra de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Soledad Acuña, decidió contar su experiencia en un libro. A través de “El día que ir a la escuela fue noticia” Acuña explica cómo sintió la lucha con el Gobierno nacional, para volver abrir las escuelas. De este modo, el libro fue publicado con el objetivo de aprender de lo ocurrido durante los años de la pandemia del Covid-19.
Una de las principales enseñanzas que dejó la pandemia, es la noción de que cada día en la escuela cuenta, y es importante. Durante los meses en los que las escuelas estuvieron cerradas, se demostró que no da lo mismo tener clases presenciales que asistir a ellas a través de una computadora, principalmente en las edades más jóvenes.
Al asistir a la escuela, los/las chicos/as pueden establecer un mejor vínculo con sus pares, y así aprenden a relacionarse y respetar los acuerdos de convivencia. Asimismo, también se encuentran con los/las docentes, lo cual no sólo facilita la enseñanza pedagógica, sino que también los ayuda a desarrollar el aspecto socioemocional.
Por esta razón, la cuarentena y la suspensión de clases presenciales, tuvieron un impacto muy significativo en la salud emocional de los/as jóvenes. Soledad Acuña trabajó junto a Horacio Rodríguez Larreta y diversas áreas del Gobierno de la Ciudad, para mantener el contacto con las familias, y conocer la situación de cada una de ellas.
Tal como cuenta en su libro, una investigación llevada a cabo por el Gobierno porteño en colaboración con la fundación Ineco reveló datos que resultaron preocupantes para la educación. La consulta estaba dirigida a adolescentes de entre 13 y 20 años, y se les hizo preguntas vinculadas a su salud emocional. En este sentido, Soledad Acuña explica que entre el 60% y el 70% expresaron síntomas de cambios frecuentes del ánimo, ansiedad, sentimientos de soledad y baja satisfacción con la vida.
En este sentido, a finales del 2020 el Gobierno de la Ciudad logró, gracias al enorme esfuerzo de las familias, los/las docentes y los/las chicos/as, reabrir las escuelas y garantizar el tan esperado reencuentro en las aulas.
Luego de la vuelta, se estableció en noviembre de aquel año, que en 2021 las escuelas de la Ciudad volverían a la presencialidad plena y las clases comenzarían de forma anticipada. De este modo, el objetivo principal de las políticas educativas era garantizar el mayor tiempo de clases posible. Por lo tanto, se abrieron las escuelas los sábados, las escuelas de invierno y verano sirvieron como espacios para la recuperación de aprendizajes y se garantizó que todas las escuelas de gestión estatal de la Ciudad sean de jornada completa o jornada extendida. Asimismo, se hizo obligatoria la jornada extendida para estudiantes de 6°. y 7°. de primaria y primer año de las escuelas secundarias.
Cambio en las condiciones para ser “alumno regular”
La pandemia tuvo un impacto muy severo en la educación de la gran mayoría de las sociedades. Una de las problemáticas que más se vió profundizada por el cierre de escuelas, fue la inasistencia escolar.
En agosto del 2022, Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña, que nunca dejaron de evaluar la situación de cada familia, realizaron un anuncio en el que publicaron algunos datos sobre la asistencia escolar. En este sentido, expresaron que los resultados mostraban que un 30 % de los alumnos de la Ciudad faltaban una semana en un mes de clases, y el 16 % de los estudiantes faltó siete o más veces por mes.
A partir de esto, el Ministerio de Educación de la Ciudad tomó la decisión de cambiar las condiciones para ser considerado “alumno regular”. De acuerdo con la nueva definición, los/as chicos/as deben asistir un mínimo del 85% de los días de cada bimestre escolar, además de no poder superar las 25 inasistencias anuales injustificadas. Por otro lado, aquellos que incumplen con la condición no sólo pierden la regularidad sino que también deben asistir a instancias adicionales para promocionar el año.
De este modo, la medida busca garantizar que los/as estudiantes estén el mayor tiempo en las aulas posible, dado que esta es la mejor manera de recuperar los aprendizajes perdidos por la pandemia.