“El día que ir a la escuela fue noticia” es un libro escrito por Soledad Acuña con el objetivo de recordar lo que se hizo durante la gestión de la pandemia del covid-19, para evitar repetir los errores del pasado, y seguir construyendo una educación que mire hacia el futuro. Tal como se menciona en la introducción del libro: “Creo profundamente que entender nos salva del miedo y nos permite estar mejor preparados para cualquier desafío. Hoy, dos años después de aquel primer momento, escribo esto para entender todo lo que pasó. Este libro es parte de un proceso de aprendizaje que todavía no termina y un recordatorio de que todas las determinaciones que tomemos de ahora en adelante tienen que estar atravesadas por esta experiencia (…) Dicen que lo que no se nombra no existe. Necesitamos como sociedad entender cuánto atravesamos y, sobre todo, dónde nos equivocamos para evitar repetir los errores. Recapitular todo lo que vivimos para que, de acá en adelante, nunca más volvamos a resignar las libertades y la educación por temor y por no entender”.
A lo largo del libro, la ministra de Educación explica de manera detallada el proceso a través del cual el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires logró que los chicos pudieran retornar a las aulas en 2020 y 2021. Asimismo, explica que los meses de aislamiento significaron un retroceso significativo en los aprendizajes escolares de los jóvenes. Por lo tanto, no sólo se garantizó la apertura de los establecimientos, sino que también se puso en marcha un plan de recuperación de los aprendizajes. De este modo, los resultados de diversas investigaciones y evaluaciones evidenciaron que la implementación de un Plan de Recuperación a tres años, comenzó a mostrar que los alumnos pueden recuperar los niveles de conocimientopre-pandemia.
En el epílogo Soledad Acuña expresa: “la educación es la inversión más importante que puede realizar un país, porque es la mejor herramienta para contribuir al progreso social, el desarrollo económico y para mejorar la calidad de vida de las personas”. En este sentido, además de implementar medidas para recuperar los aprendizajes, tanto la ministra como Horacio Rodríguez Larreta avanzaron en políticas que ayuden a vincular a los alumnos con el mundo adulto. El objetivo de éstas es que los chicos que estén próximos a terminar el Nivel Secundario, puedan hacerlo con las herramientas suficientes para insertarse en el mundo laboral, y de esta manera construir un mejor futuro para ellos, al mismo tiempo que se favorece al desarrollo productivo de la Ciudad y del país.
Las Prácticas Educativas en ámbitos laborales en la Ciudad
Una de las políticas más importantes son las prácticas educativas para los estudiantes de último año del secundario, que les permite tener una experiencia en el mundo profesional. En las últimas semanas, la ministra visitó las oficinas de Metropol, en la que los chicos de la Escuela Técnica N° 10 están realizando sus prácticas profesionales y estuvo acompañada de Horacio Rodríguez Larreta. Sobre esto expresó: “Apostar al desarrollo de sectores estratégicos y al empleo de calidad es lo que necesitamos para terminar con la crisis en el país (…) en la Ciudad tenemos un proyecto firme que involucra tanto al sector público como al privado, y estamos convencidos de que podemos replicarlo en toda la Argentina”. Por otro lado, a finales del 2021 el Jefe Gobierno porteño había anunciado: “En todo el mundo se está viviendo un proceso de cambio, vinculado principalmente a la tecnología (…) Por eso en la Ciudad hace años venimos desarrollando un plan para transformar la educación. (…) Con las prácticas educativas queremos que cada estudiante tenga un horizonte más claro de hacia dónde le gustaría construir su futuro”.
La pandemia del Covid-19 aceleró un proceso que se venía gestando en los últimos años, y obligó a repensar la educación, para adaptarla a las necesidades de la realidad actual. Es por eso que la educación que se ofrece debe adecuarse a las demandas del mundo laboral, que se centran cada vez más en los conocimientos del uso de nuevas tecnologías. Es por eso que medidas tales como las prácticas profesionales ayudan a fortalecer la preparación de los jóvenes que terminan la secundaria, y de este modo reducir la incertidumbre sobre su futuro.
