La pandemia del COVID-19 trajo consigo una serie de desafíos sin precedentes en el ámbito educativo. Uno de los principales impactos fue la interrupción prolongada de las clases presenciales, lo que provocó una pérdida significativa de aprendizaje para muchos estudiantes. En respuesta a esta situación, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires adoptó medidas innovadoras para mitigar el impacto negativo de la pandemia en la educación. Entre estas destacadas acciones se encuentran la implementación de las «Escuelas de Verano» y «Escuelas de Invierno», la extensión del calendario escolar y la apertura de escuelas los días sábados.
Escuelas de Verano e Invierno
Para brindar a los estudiantes más oportunidades de aprendizaje y recuperar el tiempo perdido debido a la pandemia, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementó las «Escuelas de Verano» y «Escuelas de Invierno». Estos programas consisten en abrir las escuelas durante los recesos de verano e invierno, respectivamente.
Durante estas temporadas, se ofrecen actividades educativas, recreativas y culturales, diseñadas para ayudar a los estudiantes a reforzar sus conocimientos y adquirir nuevas habilidades.
En las vacaciones de invierno del 2023, más de 18.000 chicos y chicas de todos los niveles educativos participaron de la escuela de invierno, participando de actividades culturales, artísticas y deportivas, y reforzando aprendizajes.
Extensión del calendario escolar
Otra medida significativa implementada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue la extensión del calendario escolar a 192 días de clase, lo que representa 12 días más que los establecidos por la Ley Nacional de Educación.
La extensión del calendario escolar permite una distribución más equitativa del tiempo de aprendizaje a lo largo del año. Esto proporciona a los docentes y estudiantes una mayor flexibilidad para cubrir los contenidos de manera más completa y brindar un enfoque más profundo en los temas clave. Al aumentar la cantidad de días de clases, se busca potenciar el proceso educativo y favorecer el desarrollo integral de los estudiantes.
Apertura de escuelas los días sábados
Conscientes de que algunos estudiantes enfrentan dificultades para recuperar aprendizajes y acreditar materias, especialmente en el nivel secundario, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió abrir escuelas los días sábados.
Esta medida busca brindar un espacio adicional de apoyo académico para aquellos estudiantes que necesitan refuerzo en sus estudios o requieren un espacio de estudio tranquilo y supervisado. Los sábados, se abren los Centros de Acompañamiento a las Trayectorias Escolares, que están disponibles para brindar clases y asistencia personalizada, permitiendo así que los estudiantes puedan avanzar en su proceso de aprendizaje y alcanzar los objetivos académicos.
La experiencia de Soledad Acuña como ministra
Estas acciones, destacadas en el libro «El día que ir a la escuela fue noticia» de la Ministra de Educación Soledad Acuña, reflejan su experiencia al frente del ministerio durante la crisis sanitaria. Su obra relata cómo estas estrategias buscan garantizar un aprendizaje continuo y equitativo, fortaleciendo la educación en tiempos adversos. Asimismo, Soledad Acuña detalla su experiencia como Ministra de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante el 2020 y 2021. En este libro, Soledad Acuña resalta la importancia de las clases presenciales para el desarrollo de los chicos, y cuenta el trabajo realizado durante la cuarentena para reabrir las escuelas.
La pandemia del COVID-19 generó una serie de desafíos sin precedentes en el ámbito educativo, afectando negativamente el aprendizaje de muchos estudiantes. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires respondió con determinación y creatividad al implementar medidas innovadoras para mitigar estos efectos.
Las «Escuelas de Verano» y «Escuelas de Invierno», junto con la extensión del calendario escolar y la apertura de escuelas los días sábados, reflejan el compromiso del Gobierno de garantizar una educación inclusiva y de calidad para todos los estudiantes. Estas acciones demuestran la importancia de adaptarse a las circunstancias excepcionales y buscar soluciones efectivas para proteger el derecho fundamental de los niños y jóvenes a recibir una educación adecuada y equitativa.
Al continuar fomentando la innovación educativa y la colaboración entre docentes, estudiantes y familias, se puede construir un sistema educativo más resiliente, preparado para afrontar futuros desafíos y brindar a los estudiantes las herramientas necesarias para desarrollarse plenamente y contribuir positivamente a la sociedad.