En el turbulento escenario de la pandemia de Covid-19, donde el mundo entero se vio desafiado a repensar la forma en que funcionaban sus sistemas educativos, la Ministra de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Soledad Acuña, emergió como una figura destacada en la defensa de la educación presencial y en la búsqueda constante de soluciones innovadoras para mantener a flote la enseñanza en un contexto sin precedentes.
Desde el inicio de su gestión como Ministra en 2015, Soledad Acuña se ha distinguido por su compromiso con la educación de los ciudadanos porteños. En este sentido, Acuña continuó con el legado de su antecesor, Esteban Bullrich, profundizando las transformaciones educativas en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante el 2020 y 2021, la Ministra vivió los momentos más desafiantes de su gestión. Ante la incertidumbre y el miedo que rodeaban a la pandemia, Soledad Acuña mantuvo firme su convicción de que las escuelas debían permanecer abiertas, convirtiéndose en defensora de la presencialidad en las aulas y de la continuidad del proceso educativo.
Esta postura no estuvo exenta de desafíos. La Ministra se encontró en una posición delicada, debatiendo sus puntos de vista con funcionarios del Gobierno Nacional que sostenían que las clases presenciales representaban un riesgo para la salud pública. En su libro titulado «El día que ir a la escuela fue noticia», publicado en 2022, Soledad Acuña relata con franqueza estas discusiones y cómo su determinación se mantuvo ante la adversidad.
El libro también destaca las voces de las partes involucradas en el proceso educativo, dando lugar a familias, estudiantes y docentes para que cuenten sus experiencias en primera persona, a lo largo de diversos capítulos. A través de estas perspectivas, se puede vislumbrar la complejidad de la situación y cómo la educación no es solo un proceso académico, sino también un pilar emocional y social para la comunidad.
La vuelta a la escuela y la recuperación del tiempo de clases
A finales de 2020, el Gobierno de la Ciudad logró reabrir las escuelas, a pesar de la oposición del Gobierno Nacional. Este hito marcó un paso hacia la normalización de la educación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero Soledad Acuña y su equipo entendieron que este era tan sólo un primer paso. Con la mirada puesta en el futuro, anunciaron que durante 2021 se implementaría la presencialidad plena en las escuelas de la Ciudad.
El gobierno de la Ciudad sostuvo que el retorno a las aulas debía estar acompañado de una serie de medidas que garantizaran que los chicos siguieran aprendiendo. Surgió entonces la necesidad de diseñar medidas para compensar el tiempo perdido y recuperar los aprendizajes. De esta manera, se tomaron decisiones fundamentales como la apertura de escuelas durante los recesos de verano e invierno. Esta iniciativa permitió a los estudiantes que habían enfrentado dificultades, ponerse al día y avanzar con sus compañeros.
Además, se extendió el calendario escolar mediante un inicio anticipado del ciclo lectivo, sumando 12 días más de clases. Esta medida, implementada en 2021, se mantuvo en 2022 y 2023, garantizando que los chicos y las chicas pudieran estar más tiempo en las aulas.
La apertura de los Centros de Acompañamiento a las Trayectorias Escolares (CATE) los días sábados fue otra de las políticas que integraron esta estrategia. Estos centros actuaron como un complemento para aquellos estudiantes que necesitaban refuerzo adicional en sus estudios.
Cada una de estas medidas tenían como objetivo recuperar los aprendizajes, y la continuación de las trayectorias escolares, sin reducir la exigencia. La exigencia académica no se relajó, pero al mismo tiempo, se ofreció un apoyo significativo para asegurar que ningún estudiante quedara rezagado.
En este sentido, se brindaron oportunidades para que los estudiantes pudieran promocionar el año, pero siempre garantizando los niveles de conocimientos requeridos para su edad. De este modo, Soledad Acuña reivindica la cultura del mérito y el esfuerzo, y los alumnos responden con resultados. Las mediciones nacionales demuestran que la Ciudad de Buenos Aires presenta los mejores niveles educativos de todo el país.
El libro «El día que ir a la escuela fue noticia» recoge estas experiencias y lecciones, proporcionando una visión profunda de los desafíos y las soluciones que enfrentó. Al mismo tiempo, ofrece una mirada crítica sobre cómo se gestionó la pandemia, y los desafíos que planteó para los gobiernos.