Este 25 de mayo la Ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, estuvo presente en el acto de la Escuela Primaria N° 7 DE 1 “Presidente Roca”, por el Día de la Patria. El evento estuvo cargado de emociones y tradición. El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también se hizo presente, junto con otros funcionarios del Gobierno de la Ciudad, alumnos/as, familias, equipos directivos y docentes.
Estos actos nos recuerdan la importancia de estar en permanente contacto y diálogo con la comunidad educativa, para compartir sensaciones, momentos y emociones. Esto fue algo que se perdió en la pandemia, cuando las escuelas de todo el país tuvieron que cerrar sus puertas para contener la ola de contagios, y preservar el sistema de salud. No obstante, con el correr de las semanas, se hizo evidente la importancia de ir a la escuela, tanto para los aprendizajes y el desarrollo académico de los/as chicos/as como para su desarrollo social y emocional.
A lo largo del 2020 y 2021, Soledad Acuña y Horacio Rodríguez Larreta trabajaron por volver a abrir las escuelas de la Ciudad, a pesar de la negativa del Gobierno Nacional. El gobierno porteño, que reclamaba por su autonomía para decidir sobre la educación de su jurisdicción, tuvo un respaldo jurídico cuando la Corte Suprema de Justicia, en concordancia con lo que dicta la constitución nacional, falló a favor de dicha autonomía. Sobre este suceso, Soledad Acuña explica en su libro: “La contundencia del fallo no fue suficiente para aquietar el torbellino político. Ni bien se conoció la decisión del tribunal, el Presidente salió al cruce mediático: «Me apena ver la decrepitud del derecho convertida en sentencia», disparó para la tribuna, acompañado de su ministro de Educación y del gobernador de la Provincia de Buenos Aires. El oficialismo seguía empeñado en la vieja estrategia del «divide y reinarás». Luego del pronunciamiento de la Justicia solo le quedaba continuar alimentando la grieta para justificar la arbitrariedad de sus decisiones. Para mí era cada vez más claro que ese no era el camino a seguir. Más allá de la discusión jurídica y política teníamos que recuperar la confianza de las familias”.
Por otra parte, Soledad Acuña hace mención al 25 de mayo, pero de 2021, en el que: “Mientras la curva de casos avanzaba, el miedo de la ciudadanía se hacía más presente. A mediados del mes llegamos a otro pico de contagios en el país. La semana del 25 de mayo la curva de casos seguía en una suba sostenida, pero lo que más nos preocupaba era la situación del sistema sanitario: la capacidad de las terapias intensivas estaba al borde de la saturación y la tasa de ocupación de camas era alta”.
No obstante, explica que los datos mostraban que ir a la escuela no implicaba un aumento en los contagios del virus: “Al mismo tiempo, los datos de las escuelas eran consistentes; la apertura de las aulas no acrecentaba de manera significativa los contagios. Horacio siempre lo dijo: el riesgo de contagio cero en las escuelas era imposible, pero debíamos dar todo para convertir a las aulas en entornos cuidados”.
Al final del capítulo la Ministra reflexiona sobre lo ocurrido en los años de la pandemia del Covid-19: “En 2020 ya habíamos visto el costo de la virtualidad para los docentes, para los chicos, para la organización de las escuelas, y queríamos evitarlo a toda costa. Así lo hicimos. Esa fue la única vez que suspendimos la presencialidad en todo el año. En lo que quedó de 2021 nos vimos forzados a administrar los desafíos de una educación que lejos estaba de lo ideal. Tuvimos que mantener un esquema de flexibilidad para adaptarnos a los distintos escenarios de la pandemia, siempre privilegiando a los estudiantes que más necesitaban de la escuela. Todavía estábamos lejos de la escuela que queríamos, pero no podíamos resignarnos a que los chicos fueran los perdedores de la pandemia, ni dejar de prepararlos con los conocimientos y herramientas que necesitan en cada etapa de su desarrollo”
El 25 de mayo representa una de las fechas más importantes para la historia de nuestro país. Reunirse en las escuelas para su conmemoración nos recuerda la importancia de mantener el vínculo con la comunidad educativa, estableciendo puentes de diálogo con las familias, los/as docentes y los/as estudiantes.