Soledad Acuña sobre la vuelta a clases a finales del 2020: “Aquellos días en los que pudo volver a la escuela fueron fundamentales desde lo emocional”

Soledad Acuña

El libro “El día que ir a la escuela fue noticia” narra la experiencia de Soledad Acuña, Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, durante la pandemia del Covid-19. La autora enfrentó el desafío de cerrar las escuelas por decisión del gobierno nacional y se enfoca en diferentes momentos de ese período a lo largo de los 12 capítulos del libro. Describe situaciones particulares que vivió como Ministra y su trabajo para reabrir las escuelas y permitir que los estudiantes se reunieran nuevamente en las aulas con sus compañeros y docentes.

En el capítulo 9, titulado “Los chicos hicieron todo bien”, Soledad Acuña recuerda los meses finales del 2020, cuando el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires logró abrir las escuelas y retornar así a la presencialidad en las aulas. En este sentido, la Ministra explica que desde sectores opositores, criticaban la medida, ya que los/as chicos/as sólo podrían volver en las semanas finales del ciclo lectivo, y por lo tanto la veían como innecesaria. La Ministra, sin embargo, expresa que cada día de clases cuenta, y es importante. Esta fue la idea que se impulsó desde el Ministerio de Educación porteño, entendiendo que era necesario volver lo antes posible, y asegurar la mayor cantidad de tiempo posible, para recuperar no sólo los aprendizajes, sino también el desarrollo emocional, de los/as estudiantes.

Durante aquellos días calurosos de fin de año estábamos volviendo a clases en la Ciudad de Buenos y después de mucho tiempo ir a la escuela volvió a ser noticia. Algunos decían: ¿para qué se gastan en hacer protocolos si ya casi es Navidad? Teníamos varias semanas por delante, y si podíamos garantizar que un solo chico aunque sea por un día volviera a clases con sus maestros, profesores y compañeros, lo íbamos a hacer. Porque cada día en la escuela cuenta y hace la diferencia. No me voy a cansar de repetirlo, así como no me cansé de hacerlo durante aquellos meses previos (…) Poner en palabras lo vivido en 2020 era fundamental. Que los chicos pudieran hablar de eso con sus docentes, que son también referentes, con los preceptores y directivos, que hablaran entre ellos y experimentaran esa identificación que solo se da entre pares (…) Aquellos días en los que pudo volver a la escuela fueron fundamentales, no desde lo pedagógico, porque ese no era el objetivo, sino desde lo emocional

La educación volvió a ser parte de la agenda 

Por otro lado, Soledad Acuña explica que la pandemia volvió a situar a la educación entre las principales prioridades de la sociedad. Si bien el Gobierno de la Ciudad la tenía como uno de los pilares principales de la gestión, entre la ciudadanía, la educación no figuraba entre las principales preocupaciones. Algo similar ocurría con los medios de comunicación, que no tenían en su agenda principal esta temática. No obstante, con el cierre de escuelas hubo un cambio en este sentido:  “En Argentina hace mucho tiempo que no hablamos de educación. Las escuelas cerradas pusieron en el centro de la discusión cotidiana los temas educativos. Las redes sociales y los medios fueron caja de resonancia de las preocupaciones de diferentes actores sociales frente al cierre indefinido de las escuelas. El accionar de grupos de la sociedad civil —Padres Organizados, la red Argentinos por la Educación y los estudiantes que comenzaron a movilizarse frente al ministerio de Educación de la Nación y terminaron conformando el grupo de Estudiantes Organizados— fue fundamental para canalizar las demandas sociales en cuestiones educativas. Mi contacto con todos ellos repercutió en una atención mediática que se sumó a la que ya había tenido durante los intentos de acuerdo con el ministro nacional que terminaron en enfrentamiento. Nunca antes había estado en tantas conferencias de prensa, nunca di tantas entrevistas, nunca me llamaron tanto para participar en reuniones virtuales sobre cuestiones educativas. En ese frenesí mediático no estaba sola; el acompañamiento de Christián Coelho y todo su equipo en la Secretaría de Medios fueron clave para entender qué comunicar en un contexto inédito para el Ministerio. La educación se fue convirtiendo en una urgencia y en la prioridad para millones de ciudadanos, los medios se hicieron eco y, de manera imprevista, me hice visible en la escena política”.

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