A mediados de este año, Soledad Acuña publicó su libro “El día que ir a la escuela fue noticia”, en el que cuenta sus experiencias laborales y personales durante el 2020 y 2021. El libro detalla los incansables esfuerzos del Gobierno de la Ciudad, junto con las familias y los docentes, para poder reabrir las escuelas en el contexto de la pandemia del Covid-19.
Con el correr de los primeros meses del aislamiento, los resultados de las investigaciones demostraron que la virtualidad estaba afectando al desarrollo de los jóvenes. Es por ello que, junto con Horacio Rodríguez Larreta, entendieron que si bien no se podía descuidar la situación sanitaria, las escuelas abiertas eran un derecho y una necesidad que no podía ser postergada.
En este sentido, la pandemia evidenció que la escuela tiene un rol fundamental como ordenador social, no solo para los chicos, sino también para las familias. Tal como se explica en el capítulo 4 del libro, titulado “Las protagonistas”, fueron las mujeres las que quedaron a cargo de sus hijos, mientras estos tenían clases virtuales. Soledad Acuña explica que: “La crisis extendida mostró un ambiente laboral con desigualdades. Los hombres del gobierno podían estar todo el tiempo y seguir involucrados cien por ciento en sus obligaciones, mientras que las mujeres tenían que repartir su tiempo de trabajo con la casa y con los chicos, todo el día, todos los días. Aquello que sabemos cuando elaboramos políticas públicas basadas en una agenda de género —que las tareas de cuidado y del hogar son la principal limitante a la autonomía de las mujeres— se experimentaba hacia adentro de nuestro espacio”.
A su vez, la titular de la cartera educativa explica que durante el aislamiento tuvo reuniones con otras mujeres del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, coincidieron en que la dimensión personal y familiar debía tener una consideración central en la formulación de medidas para contener los contagios.
Los impactos del aislamiento sobre las mujeres
En dicho capítulo se mencionan investigaciones realizadas por diversos organismos internacionales, que revelaron datos inquietantes sobre la realidad de las mujeres. “Los resultados no fueron una sorpresa. La mayoría de las mujeres sintió una sobrecarga de tareas: cocinar, hacer las compras, desinfectarlas, lavar los platos, limpiar la casa, ayudar a los chicos con las tareas, entretenerlos, organizar una rutina. Todo esto recayó principalmente en las mujeres y lo supimos muy pronto (…) Los relevamientos sobre la organización y rutina familiar fueron contundentes: en el 90% de los hogares estas tareas dependieron de las mujeres. Con respecto al acompañamiento de las tareas escolares, se repitieron los resultados”.
Por otro lado, un informe de la CEPAL indicó que la pandemia provocó un aumento de los niveles de desocupación en las mujeres, que significaba un retroceso de más de diez años en su participación en el mercado laboral. Esto se debe, no sólo a que las mujeres tuvieron que asumir la mayoría de las tareas domésticas, sino también a que muchas de las actividades que cerraron por la situación sanitaria eran las que empleaban a la mayoría de las mujeres ocupadas en la región. Además, estos sectores estaban caracterizados por la informalidad. Como consecuencia de esto, la participación laboral de las mujeres descendió al 46% en el 2020, mientras que la de los hombres fue del 69%, de acuerdo con el documento.
Esto demostró que los impactos de la virtualidad y el aislamiento no solo afectaron al desarrollo pedagógico y social de los estudiantes, sino también a las carreras profesionales de muchas mujeres. Por esta razón, la vuelta a las aulas fue una lucha constante de la ministra, que pudo lograrse gracias al enorme esfuerzo de muchas familias que la acompañaron en ese largo camino.
¿Qué es Mujeres líderes?
En 2019, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó el programa “Mujeres Líderes”, que tiene por objetivo potenciar y empoderar a las mujeres en puestos de liderazgo.
El programa se enfoca en aquellas mujeres que aspiren a ocupar cargos de conducción, para impulsar sus habilidades de liderazgo, y funciona con mentores de distintas áreas de gobierno, que tienen rangos de subsecretarios, secretarios y ministros.
Soledad Acuña menciona que: “Como sostiene el programa, ni el esfuerzo ni el talento tienen género, pero sí las condiciones reales de vida de las mujeres (…) Por eso es importante el acompañamiento. Desde que el programa de liderazgo empezó, pasaron más de 200 mujeres, 180 mentores y más de 40 mujeres asumieron nuevas posiciones de liderazgo en el Gobierno de la Ciudad”.
La gestión de Horacio Rodríguez Larreta considera que la brecha de género en el mercado laboral es una problemática que merece políticas que contribuyan al desarrollo profesional de las mujeres, y para ello es necesario que éstas tengan un rol activo de liderazgo en la toma de decisiones.
