“El día que ir a la escuela fue noticia” es un libro publicado por Soledad Acuña, que recupera sus experiencias más importantes al frente del Ministerio de Educación de la Ciudad en los años de la pandemia del Covid-19.
El 2020 fue un año muy duro para todos, pero los principales afectados fueron los chicos. Las clases a distancia no pudieron reemplazar a la presencialidad. El contacto directo con los docentes y con los compañeros, no puede darse a través de una computadora. En los primeros meses la virtualidad fue necesaria, ya que sabíamos muy poco del virus y el impacto que la presencialidad podría tener en los contagios. Sin embargo, a mediados del año, fue evidente que había otra pandemia para los jóvenes, una que no se hacía notar pero que los afectaba en su desarrollo. Es por ello que la ministra y el Jefe de Gobierno se propusieron reabrir las escuelas lo antes posible.
La oposición del gobierno nacional, que entendía que controlar la propagación del virus era más importante que garantizar el derecho a la educación, hizo que la vuelta a las escuelas se tardara más de lo deseado. No obstante, en diciembre de ese año, los chicos y chicas que estudiaban en la Ciudad, pudieron volver a las aulas.
La movilización de las familias, los chicos y los docentes, fue un apoyo fundamental para Soledad Acuña y Horacio Rodríguez Larreta. Tal como se relata en el capítulo 7, los padres y las madres publicaron una carta abierta para el gobierno nacional pidiendo la vuelta a la presencialidad. “Cientos de miles de niños y adolescentes están recluidos en sus casas, separados de sus pares y de sus maestros. (…) Por otro lado, la evidencia demuestra que la salud física y emocional de nuestros hijos se está deteriorando. Tanto en aquellos sectores vulnerables, con problemas de conectividad y en una situación de virtual deserción escolar, como en aquellos que tienen resuelta la cuestión del vínculo tecnológico (…) imposibilitados de cualquier práctica deportiva, desarticulados los vínculos con amigos, expuestos, en muchos casos, a situaciones de violencia familiar, su salud física se deteriora y las amenazas para su salud emocional son una realidad innegable. El confinamiento, la cuarentena, es una experiencia que los afecta durante los años críticos para su desarrollo biopsicosocial (y en el caso de los más pequeños el impacto es aún mayor)”. A partir de esta carta, muchos expertos en educación, psicólogos, economistas, reconocidos epidemiológicos y docentes, entre otros, comenzaron a pedir por la apertura de las escuelas.
Este grupo de padres y madres fundaron “Padres Organizados”. La organización se convirtió en un actor social muy importante para exigir mejores políticas educativas para sus hijos. Durante la pandemia, la titular de la cartera educativa porteña coordinó distintos encuentros con ellos a través de zoom, para poder incluir otras voces, y así avanzar hacia la reapertura de escuelas.
A su vez, en el libro se expresa que: “Conocer la experiencia de las familias era un proceso valioso porque me permitía repensar cuestiones de fondo. Y vivía la exigencia que me transmitían como un efecto positivo de aquellos intercambios: ellos sentían que la Ciudad era el motor que iba a terminar impulsando la vuelta a las clases”.
Padres Organizados sobre los paros de docentes
Si bien el Gobierno de la Ciudad logró que los chicos volvieran a las aulas, lo que sirvió para que el resto de las escuelas del país pudieran seguir sus pasos, la organización de padres sigue presente para demandar una mejor educación.
Ante los numerosos paros de docentes que se llevaron a cabo durante el mes de octubre, Padres Organizados volvió a expresarse: “Pedimos a quienes tienen poder de negociación que utilicen mecanismos de protesta que no avasallen los derechos de los niños y niñas no afecten el acceso a la educación”.
Por otro lado, ante la convocatoria de un nuevo paro en los últimos días, Soledad Acuña mencionó: “Que no los quieran confundir: los mismos kirchneristas que recortan el presupuesto educativo nacional son los que el lunes van a parar en la Ciudad dejando otra vez a los chicos sin clases. La educación para ellos no es prioridad, ni nunca lo fue. Después de postergarla por dos años militando las escuelas cerradas, ahora bajan drásticamente el presupuesto”.