El pasado miércoles 1° de marzo de 2023, el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta dio el discurso de apertura de las sesiones extraordinarias en la legislatura porteña. A lo largo del mismo, repasó los hitos de sus 8 años de gestión, así como los objetivos propuestos para 2023, en el que hizo énfasis en la importancia que ocupa la educación, que está cargo de la Ministra Soledad Acuña, para su gestión.
En este sentido, expresó su alegría por las grandes transformaciones que llevó adelante su gestión. A su vez, se mostró orgulloso de los cambios que implementaron en la Ciudad, que hoy tiene a la educación como una de sus principales prioridades.
El reclamo por la vuelta a la presencialidad en la pandemia
Soledad Acuña, quien estuvo presente en la legislatura, tuvo un rol protagónico en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta de la pandemia, entre 2020 y 2021. Luego de que el gobierno nacional decidiera cerrar las escuelas, la titular de la cartera educativa porteña levantó las banderas de la presencialidad y las aulas abiertas, para que los chicos y las chicas tuvieran acceso a una educación de calidad.
El Jefe de Gobierno, por su parte, apoyó a la Ministra durante todo el proceso, y participó de diversas mesas de diálogo con el ejecutivo nacional, con el objetivo de que los alumnos y las alumnas de la Ciudad pudieran volver a la escuela.
En su libro “El día que ir a la escuela fue noticia”, Acuña hace referencia a esto y a la importancia que tuvo la educación para el Gobierno de la Ciudad en estos años. En el capítulo 6, titulado “Los 6500”, se explica que Horacio Rodríguez Larreta, fue uno de los pocos que se expresó por la reapertura de los establecimientos durante el aislamiento. De este modo, recuerda que en una conferencia de prensa, el Jefe de Gobierno mencionó “Estos meses que no hubo clases presenciales fueron duros. En la Ciudad de Buenos Aires más de 90% de los chicos se mantuvieron en contacto virtual con sus escuelas y con sus docentes», dijo en cadena nacional. Fue la única voz que habló del tema. Ni siquiera los periodistas que estaban presentes preguntaron por las escuelas
En el capítulo titulado “Los chicos hicieron todo bien”, la ministra hace referencia al primer día de clases de 2021, cuando las escuelas porteñas volverían a la presencialidad plena. En las siguientes líneas, se expresa cómo las distintas áreas del gobierno aportaron para que el regreso a las aulas se diera sin inconvenientes: “Era miércoles 17 de febrero y toda la ciudad se había puesto a disposición del sistema educativo. El comienzo de clases no solo fue noticia, también fue prioridad. El ministerio de Salud trabajó en los protocolos, se armaron centros para que los docentes se pudieran testear antes de ir a la escuela, el ministerio de Transporte y Obras Publicas priorizó a estudiantes y docentes en el uso del sistema de transporte, los inspectores de tránsito ordenaban las colas en las veredas, se desplegó cartelería informativa, Espacios Públicos nos ayudó a ordenar los entornos escolares en las escuelas, incluso cortando calles para que no se formaran aglomeraciones de chicos y familiares en las entradas, los servidores públicos de diferentes áreas del gobierno acompañaron en los senderos escolares. Es decir, todo un gobierno trabajando para que los chicos pudieran ir a las escuelas de forma segura. Así lo había anunciado Horacio unos días antes: «La educación es una actividad esencial, esto quiere decir que para nosotros es una prioridad el futuro de nuestros chicos”.
Por último, en las líneas finales, Soledad Acuña expresa la importancia que ha tenido siempre la educación para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: “En el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fuimos los primeros en reclamar abiertamente la vuelta a las aulas. A mediados de 2020 —cuando la mayor parte de la sociedad percibía este reclamo como algo prematuro— tuvimos la convicción de priorizar la educación y lo dijimos en voz alta: las escuelas debían ser lo primero en abrir. Irónicamente, la única cuestión en la que todos los gobiernos deberíamos estar de acuerdo fue el principal punto de ruptura política entre Horacio Rodríguez Larreta y el Presidente de la Nación. Las consecuencias de ese debate fueron profundas en términos ideológicos pero también en cuanto a políticas educativas concretas”.