LAS CONSECUENCIAS DEL CIERRE DE ESCUELAS

Cerrar las escuelas en marzo de 2020 fue una medida adoptada a nivel nacional debido a la propagación del Covid-19, una pandemia que obligó a tomar precauciones para contener los contagios. Aunque la Ministra de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Soledad Acuña, se opuso a suspender la presencialidad tan pronto, la decisión unilateral del gobierno nacional llevó al cierre de las aulas desde marzo. Posteriormente, Acuña y Horacio Rodríguez Larreta colaboraron para garantizar el regreso a la escuela lo antes posible.

Soledad Acuña recopiló sus experiencias durante la pandemia en su libro «El día que ir a la escuela fue noticia» en 2022. El libro reflexiona sobre la gestión durante ese periodo y aborda el futuro de la educación y la política en general. En él, destaca el papel fundamental de la escuela como institución ordenadora de la vida social en la sociedad. La experiencia virtual evidenció que las clases presenciales son insustituibles, y con el tiempo, tanto estudiantes como docentes y familias comenzaron a abogar por el retorno a la presencialidad.

Recuperar estos aprendizajes implicaba aumentar el tiempo escolar, sumando más horas de clase y proporcionando oportunidades adicionales para que los jóvenes pudieran recuperar y acreditar sus conocimientos. La tragedia educativa del cierre de las escuelas requería una respuesta contundente para restaurar los niveles educativos previos a la pandemia.

LAS MEDIDAS EXTRAORDINARIAS PARA RECUPERAR APRENDIZAJES DURANTE LA PANDEMIA

El ciclo lectivo de 2022 marcó el segundo año en el que la Ciudad de Buenos Aires implementó medidas excepcionales para hacer frente a las consecuencias educativas de la pandemia de Covid-19. En medio de este desafío sin precedentes, el Ministerio de Educación de la Ciudad desplegó diversas estrategias con el propósito de recuperar los aprendizajes perdidos, al mismo tiempo que se comprometió a seguir adelante con políticas educativas orientadas a preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI.

Soledad Acuña destacó siempre la importancia fundamental que la educación tiene en la Ciudad y cómo la pandemia resaltó su relevancia aún más. «Hemos trabajado en dos frentes simultáneamente: lo urgente y lo esencial», subrayó. La urgencia implicó abordar las necesidades inmediatas para mitigar las consecuencias diarias de la pandemia en los estudiantes, mientras que lo esencial se centró en no descuidar la preparación de los estudiantes para los desafíos futuros. Acuña enfatizó que, a pesar de las circunstancias, seguir adelante con políticas educativas esenciales es imperativo.

Una de las medidas destacadas para contrarrestar los efectos de la pandemia fue la implementación del apoyo escolar los sábados. Desde noviembre de 2020, en el nivel primario, y a partir de abril de 2021 en el nivel secundario a través del programa CATE, se llevaron a cabo clases adicionales para estudiantes que enfrentaron dificultades significativas en sus aprendizajes debido a la suspensión de las clases presenciales en 2020. El objetivo principal fue mejorar el aprendizaje, prevenir la deserción escolar y garantizar la continuidad educativa en el contexto post-pandemia.

En el nivel primario, la participación de los estudiantes en el programa se determinó en colaboración con las escuelas y las familias, implementando estrategias personalizadas de recuperación de aprendizajes. Las sesiones de apoyo, que abarcaban asignaturas como Prácticas del Lenguaje, Matemática y Ciencias, se llevaron a cabo los sábados por la mañana y por la tarde en escuelas primarias de la Ciudad. Cada módulo fue coordinado por un docente que proporcionó herramientas para alcanzar los objetivos curriculares.

En el nivel secundario, los estudiantes participaron en un mínimo de 10 encuentros de 80 minutos cada uno. Llevaron un registro de su trayectoria escolar en un cuadernillo llamado «Plan Personal para el Fortalecimiento y Acreditación de Aprendizajes» (PPFA). Al completar los 10 encuentros, los estudiantes se sometieron a un examen integrador, cuya aprobación condujo a la acreditación de la materia correspondiente. Las sesiones de apoyo para el nivel secundario se realizaron también los sábados, tanto por la mañana como por la tarde, supervisadas por un docente «tutor puente» que facilitó la coordinación entre el equipo docente del programa CATE y los profesores de la escuela del estudiante.

Otra iniciativa notable implementada por la Ciudad de Buenos Aires fue la apertura de escuelas públicas bilingües. A partir del ciclo lectivo 2022, seis instituciones de gestión estatal se convirtieron en las primeras escuelas bilingües de la Ciudad. Esta transformación representó un hito histórico al proporcionar una inmersión más profunda en el idioma inglés. En 2023, se sumaron 13 nuevas instituciones, 10 primarias y 3 secundarias, consolidando la política iniciada en 2009 para garantizar la enseñanza obligatoria del inglés desde primer grado.

Para llevar a cabo esta transición, se añadieron 13 horas cátedra semanales de inglés a la currícula, dedicando 8 horas a la enseñanza del idioma y 5 a asignaturas específicas. A diferencia de las escuelas intensificadas, las bilingües imparten materias en inglés, estableciendo una conexión más estrecha entre el aprendizaje del idioma y otras áreas del conocimiento. Desde primer grado, los estudiantes acceden a asignaturas como Ciencias Sociales, Artes y Música, impartidas en inglés.

Enquire now

Give us a call or fill in the form below and we will contact you. We endeavor to answer all inquiries within 24 hours on business days.