Volver a la escuela

Soledad Acuña, Ministra de Educación

La educación debe ser un pilar fundamental de cualquier sociedad que mire hacia el futuro.La escuela no solo ofrece conocimientos académicos, sino que también promueve el crecimiento personal, las habilidades sociales y el bienestar emocional de los estudiantes. Durante la pandemia de COVID-19, las escuelas de todo el país cerraron sus puertas, para evitar la propagación de los contagios. Sin embargo, con el correr de las semanas, se hizo evidente la necesidad de volver a la presencialidad en las aulas. Durante el 2020 y 2021, Soledad Acuña trabajó para lograr la vuelta a clases, y garantizar así, el acceso a una educación de calidad para todos/as los chicos/as.

En 2022, luego de superar la pandemia, las clases se desarrollaron con presencialidad plena de manera ininterrumpida. Soledad Acuña decidió expresar sus ideas y sus aprendizajes, a partir de la experiencia, y ordenarlas en su libro, que se titula “El día que ir a la escuela fue noticia”. Su lectura ofrece una mirada integral de la educación, ya que nos recuerda la importancia que tiene la escuela en una sociedad, y el rol que cumple como ordenadora del resto de la sociedad. En este sentido, expresa las diferentes realidades presentes en cada familia, reforzando la idea de que cada día en la escuela cuenta, y es importante.

Por otra parte, Soledad Acuña realiza una reflexión sobre la política, y la forma de gestionar. De este modo, postula un modelo de trabajo, basado en la recolección de datos y evidencia empírica para formular políticas públicas y decidir. Este es el modelo que defiende el Gobierno de la Ciudad y que ha implementado durante la pandemia. En este sentido, cuando el Gobierno nacional insistía con mantener las escuelas cerradas para evitar los contagios, la Ministra y el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, se respaldaban en la evidencia, que mostraba que ir a la escuela no implicaba un mayor riesgo para los/as chicos/as, los/as docentes o las familias.

¿Por qué es importante asistir a clases presenciales en la escuela?

La escuela presencial ofrece un entorno de aprendizaje enriquecedor que fomenta la interacción entre estudiantes, docentes y compañeros. El contacto directo con los demás promueve el desarrollo de habilidades sociales, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo, competencias esenciales para la vida cotidiana y futura. El intercambio de ideas y perspectivas en el aula contribuye a una formación integral de los estudiantes, permitiéndoles desarrollar su identidad y comprender mejor el mundo que les rodea.

Además, la escuela presencial brinda oportunidades de aprendizaje práctico y experiencial que son difíciles de replicar en un entorno virtual. Las actividades prácticas estimulan el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad, elementos fundamentales para su desarrollo cognitivo. Estas habilidades sólo pueden desarrollarse en profundidad dentro del aula.

La interacción cara a cara con los docentes también es esencial para una educación de calidad. Los educadores pueden brindar una atención más personalizada a cada estudiante, identificando sus fortalezas y debilidades, y adaptando su enseñanza para satisfacer sus necesidades individuales. La retroalimentación inmediata, el apoyo emocional y la orientación académica son aspectos clave que los estudiantes pueden recibir en el entorno escolar presencial. Esto contribuye a su crecimiento académico y a la construcción de una base sólida para su futuro.

Cada día cuenta

La importancia de cada día de clases es resaltada por Soledad Acuña en el capítulo 9 de su relato titulado «Los chicos hicieron todo bien». En este capítulo, la ministra describe cómo se llevó a cabo el retorno a la educación presencial a fines de 2020 y la gestión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para garantizar que, a partir de 2021, todas las escuelas de la ciudad brindaran clases completamente presenciales.

Acuña relata cómo los estudiantes experimentaban una creciente frustración al seguir las noticias, esperando ansiosos el regreso a las aulas, mientras observaban cómo se permitían diversas actividades, desde las más obvias hasta las más inverosímiles, pero sus escuelas permanecían cerradas. No obstante, la ministra recalca que los estudiantes cumplieron con su parte y, como funcionarios públicos, era responsabilidad del gobierno responder a sus expectativas.

Gracias al enorme esfuerzo de las familias, los docentes, los estudiantes y el Gobierno de la Ciudad, a mediados de octubre se logró la reapertura de las escuelas. Sin embargo, surgieron cuestionamientos cuando la noticia de volver a la escuela a fines de 2020 comenzó a circular. Algunos se preguntaban si valía la pena implementar protocolos si ya se acercaba la Navidad. Ante esto, Acuña afirma que tenían varias semanas por delante y, si podían garantizar que aunque sea un solo estudiante volviera a las aulas por un día para encontrarse con sus maestros, profesores y compañeros, lo harían. Porque cada día de clase en la escuela es valioso y marca la diferencia en la educación de los estudiantes.

Así, la visión de Soledad Acuña y su equipo era clara: después de meses de espera, era fundamental brindar a los niños y niñas la oportunidad de reunirse con sus compañeros y docentes en las aulas, aunque fueran los últimos días del año, ya que cada día de clases tiene un valor significativo.

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