En mayo del 2022, Soledad Acuña publicó “El día que ir a la escuela fue noticia”, un libro que narra los principales momentos de su gestión como Ministra de Educación porteña, en el 2020 y 2021.
Luego de dos años en pandemia, con meses enteros en los chicos no pudieron asistir a sus clases presenciales, la sociedad cambió la visión que tenía sobre la escuela. La educación pasó a estar entre las principales preocupaciones de las familias, que hoy exigen más tiempo de clase y mejor calidad en la enseñanza. El Ministerio de Educación de la Ciudad, que durante meses asumió el compromiso de asegurar el retorno de los chicos a las aulas, implementó medidas para garantizar el mayor tiempo de clases posible. Tal como se menciona en el capítulo 9: “Teníamos varias semanas por delante, y si podíamos garantizar que un solo chico aunque sea por un día volviera a clases con sus maestros, profesores y compañeros, lo íbamos a hacer. Porque cada día en la escuela cuenta y hace la diferencia. No me voy a cansar de repetirlo, así como no me cansé de hacerlo durante aquellos meses previos”.
Éste fue el factor que diferenció a la educación de la Ciudad respecto de otros distritos, ya que fue la primera en abrir las escuelas, lo que permitió que los chicos pudieran estar más horas con sus compañeros y sus docentes, y así aprovechar el tiempo disponible de la mejor manera. Gracias a esto fue posible recuperar los aprendizajes perdidos por la pandemia, alcanzando niveles similares a los de 2019.
¿Para qué sirve evaluar los niveles educativos?
Garantizar más tiempo de clases fue importante, pero también era necesario evaluar los niveles en los que se encontraban los chicos, para luego poder trabajar con esos resultados y diseñar políticas que permitieran solucionar los problemas que se presentaban. Soledad Acuña cuenta que en un principio tanto los docentes como las familias tenían dudas sobre esta decisión. “Había un temor genuino, los docentes no querían ser injustos con sus estudiantes porque se preguntaban qué se evaluaba. ¿Estaban evaluando a los estudiantes? ¿A los padres? ¿Quién responde a lo que se pregunta? ¿Cómo sabemos si lo que los chicos responden en una prueba a distancia significa que aprendieron o no? Las familias también tenían dudas, no sabían si iban a tener conectividad o poder garantizar un entorno tranquilo y silencioso en la casa, un espacio adecuado para que sus hijos hicieran la evaluación (…) Reiteramos todas las veces que fue necesario, tanto a los chicos como a sus familias y los docentes, que lo que buscábamos no era calificarlos. El ministerio necesitaba entender. Sacar una foto del momento y construir sobre eso, planificar a futuro a partir de la realidad. Si era dura, no ganamos nada ocultándola, todo lo contrario. Por eso son imprescindibles las evaluaciones. Después de un proceso arduo de diálogo y discusión, avanzamos por ese lado”.
Por lo tanto fue importante que el Ministerio de la Ciudad estableciera puentes con las familias, los equipos directivos y los docentes, para escuchar sus dudas y responderlas, de modo que se pudiera brindar un marco de certidumbre. Es por eso que finalmente fue posible evaluar, e implementar medidas concretas para tratar las dificultades que se reflejaron en las evaluaciones.
Programa de Fluidez y Comprensión Lectora
Uno de los datos más preocupantes, fue el retroceso que sufrieron los estudiantes en lectura. Diversos estudios internacionales demostraron que en la región aumentó de manera significativa el número de chicos de 10 años que no puede leer y comprender un texto simple para su edad.
En este sentido, las evaluaciones realizadas por el Ministerio ayudaron a identificar esta situación, e implementar una política destinada a mejorarla. De este modo, se siguió los pasos de la provincia de Mendoza, desarrollando un plan de Comprensión y Fluidez Lectora, para los alumnos de cuarto grado de primaria que lo necesitaban. Los estudiantes fueron divididos en niveles de aprendizaje, y se desarrollaron planes para que cada chico pudiera alcanzar los conocimientos esperados. Soledad Acuña expresó que: “Enseñar, evaluar, analizar y tomar decisiones para mejorar. Así tiene que funcionar el círculo virtuoso para construir la educación que los chicos se merecen. Más de 10.000 estudiantes de 4° grado realizan las evaluaciones de Fluidez y Comprensión Lectora”.
Por otro lado, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta explicó: “Los resultados de las evaluaciones de 2020 y 2021 mostraron un aumento en la cantidad de chicos que no pudieron responder a las expectativas de aprendizaje ni comprender textos básicos y mostraron dificultades para leer. Por eso, desde la Ciudad venimos impulsando distintas medidas para compensar lo que se perdió en la pandemia: adelantamos el inicio de clases, aprovechamos cada hora libre, abrimos las escuelas los sábados y avanzamos con un plan para mejorar la fluidez y comprensión lectora (…) Vamos a hacer todo lo que haga falta para garantizar que los chicos puedan adquirir las herramientas necesarias para encontrar oportunidades y desplegar todo su potencial”.