La pandemia del Covid-19 tuvo un impacto muy fuerte en la sociedad. El mundo se vio obligado a encerrarse en sus casas para evitar los contagios. La escuela no fue la excepción, y eso tuvo consecuencias muy profundas en la educación de los jóvenes. En esos meses, Soledad Acuña nunca dejó de luchar para que los chicos pudieran asistir a sus clases de forma presencial, a pesar del contexto. De este modo, con el correr del tiempo, comenzó a notar que las familias, los docentes y los chicos la veían como una referente, y se movilizaron para pedir que las escuelas volvieran a abrir. Finalmente, la Ciudad fue el primer distrito en todo el país que pudo garantizar la vuelta a la escuela, y así comenzó a transitar un camino en el que los chicos pudieran recuperar los aprendizajes. De este modo, en 2022, la ministra de educación porteña publicó su libro “El día que ir a la escuela fue noticia”, con el objetivo de aprender de los errores del pasado, para no volver a caer en ellos, y así seguir fortaleciendo la educación de los chicos.
Luego de esos dos años de mucha angustia e incertidumbre, cambió la visión que se tenía sobre la escuela. Hoy, la educación figura entre las principales preocupaciones de las familias, que vieron que ir a la escuela es algo imprescindible para los chicos, porque ésta los prepara para el futuro, y los forma como ciudadanos. Para el Gobierno de la Ciudad, esto siempre fue así, y es por eso que se implementaron políticas que pudieran asegurar más tiempo de clases, porque cada día cuenta, y es fundamental en la formación de los jóvenes. En el capítulo 9 del libro, Soledad Acuña menciona que: “Como Gobierno tomamos la decisión completa y absoluta de volver a la presencialidad. No es un capricho, no creemos que hay que volver porque sí, creemos que hay que volver lo antes posible porque cada día que se pierde es un día que no van a recuperar y esto además de creerlo lo pudimos comprobar, que es posible y es necesario. Queremos dejar en claro que la presencialidad es la regla, y que la virtualidad es un complemento y una excepción”. Esta fue la premisa que guió todas las decisiones que tomó el Ministerio de Educación porteño durante los meses en los que el Gobierno Nacional impuso el cierre de las escuelas.
Hoy en día, esto se mantiene inalterable. Por eso, luego de que el presidente declarara feriado nacional por el atentado a la Vicepresidente, se reprogramó una jornada docente, para que los chicos pudieran recuperar ese día de clases. Por eso también se volvió a implementar un calendario extendido en la Ciudad, con 192 días de clase, 12 más que los 180 que establece la Ley Nacional de Educación. Asimismo, en agosto de este año se cambiaron las condiciones para ser alumno regular, estableciendo que ahora los chicos deben tener al menos el 85% de asistencia por cada bimestre, haciéndolo más riguroso para garantizar más tiempo en las aulas. En este sentido, mientras algunos sectores luchan por mantener a los estudiantes fuera de la escuela, en la Ciudad todas las medidas están orientadas a aprovechar y maximizar cada hora dentro de ellas.
En una sociedad con tantas desigualdades como la nuestra, la educación es la única herramienta para poder formar ciudadanos libres, con capacidad de decidir sobre su propio futuro. Es así que la Ciudad busca ofrecer oportunidades a los jóvenes, para mostrarles que hay una salida que no es Ezeiza. Otras medidas como las prácticas profesionales o la educación financiera, buscan brindar una educación que no se limite a los conocimientos teóricos, sino que se orienten a formar jóvenes que estén preparados para afrontar los desafíos que el mundo adulto les presenta.
¿Qué es el Programa “Terminá la Secundaria?
El Gobierno de la Ciudad tiene la convicción de que la educación es un derecho que debe ser garantizado a todos por igual. En las últimas semanas, Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña presentaron el programa para que jóvenes y adultos de todo el país puedan terminar la secundaria. “Terminá la Secundaria” funciona desde 2014 y ayudó a que más de 6.000 personas pudieran finalizar sus estudios. Sin embargo, a partir de ahora cualquier ciudadano de todo el país puede ser un alumno de la Ciudad, y completar el secundario.
Sobre el lanzamiento, la ministra expresó: “Terminar la escuela secundaria representa un gran orgullo personal pero, sobre todo, la oportunidad de construir un futuro, seguir formándose y acceder a un empleo de calidad. ¡Animate, volvé a la escuela!”